Hace cinco años Carina Gohlke decidió lanzar su propio emprendimiento: "Ymoa", un centro de terapia de flotación. Se encuentra en la ciudad de Rosario y es el primero en todo el país dedicado exclusivamente a brindar este tipo de servicio.
La terapia de flotación es aún una novedad en nuestro país. Consiste en flotar en una cámara con agua saturada con sales de magnesio. Esa saturación del agua permite flotar sin hacer ningún esfuerzo físico. Luego de unos minutos de estar flotando, el cuerpo responde con un mecanismo fisiológico que genera una recuperación completa, tanto física como mental, además de lograr una profunda relajación.
- ¿Cómo nace la idea de abrir Ymoa?
- Fue una idea que surgió en medio de una búsqueda personal. Empecé a involucrarme en diferentes terapias y en temas vinculados a la salud mental. Comencé a colaborar con un grupo de profesionales de la Facultad de Medicina y me enteré de la existencia de las cámaras de flotación como recurso alternativo. Investigué y me pareció buenísima por la cantidad de utilidades y beneficios para la salud.
"La positividad es fundamental. Recomiendo ser positivo, tener un método de organización y poder visibilizar proyectos a futuro."
En Europa, la cámara de flotación se reconoce como una terapia médica. Puntualmente en Suiza, es indicada por los médicos de cabecera para bajar la ansiedad. En Estados Unidos, hace aproximadamente cuarenta años que se aplica y es una terapia muy común en el mundo del deporte.
- ¿Cuáles son los beneficios de la terapia de flotación?
- La terapia de flotación tiene múltiples beneficios y es indicada para diferentes afecciones y problemas de salud. Ayuda a la recuperación muscular, es beneficiosa para bajar el nivel de estrés, sirve para equilibrar nuestros ciclos y para lograr un momento de relación sanadora. Se aplica en tratamientos contra la obesidad, el insomnio, la ansiedad, y la depresión.
Al momento de conocer la terapia de flotación, Carina se encontraba trabajando en relación de dependencia, tal como lo había hecho durante toda su vida laboral. El grupo de profesionales de la Facultad de Medicina la incentivó para crear el proyecto y fue su hermano el principal impulsor, quien creyó en ella y realizó la inversión económica para poder arrancar.
- Antes de abrir "Ymoa", ¿te formaste en relación al emprendedurismo?
- Había estudiado un montón con el grupo de profesionales de la salud, pero de negocios y emprendedurismo no sabía nada. Todo lo relacionado a la administración, el trato con el cliente y los costos me fue fácil porque siempre trabajé en ese rubro.
"Llevar un emprendimiento adelante no solo implica hacer crecer un negocio, sino crecer uno junto a ese negocio."
- ¿Fue difícil pasar de trabajar en relación de dependencia a tener tu propio negocio?
- Los primeros dos años fueron de mucho miedo y resistencia, me costó un montón. Estaba paralizada y convencida de que no iba a poder, de que no iba a funcionar. Ir a terapia me sirvió muchísimo, me fueron cayendo fichas de a poco y cambié el chip.
- ¿Qué significó para vos emprender?
- Emprender es un cambio de cabeza absoluto. Ahora, después de cinco años, comparto con otras emprendedoras y llegamos a la conclusión de que llevar un emprendimiento adelante no solo implica hacer crecer un negocio, sino crecer uno junto a ese negocio. Es empezar a tener otra visión de la realidad, otro análisis de la situación económica general, empezar a informarse más, a aprender cómo se mueve el mercado, enfocar quiénes son las personas que vienen, qué necesitan, qué otras cosas les puedo ofrecer.
- ¿Qué estrategias utilizaste para dar a conocer el emprendimiento?
- El primer año contraté a una Community Manager con la que hacíamos difusión en Instagram. Convocamos a una influencer de Rosario y eso hizo que mucha gente nos conozca. También hice publicidad paga en Facebook e Instagram pero la recomendación de una persona es mucho más fuerte que ese tipo de publicidad.
Actualmente, Carina cuenta con un equipo de trabajo del que forman parte una contadora, un asesor financiero, especialistas en marketing y un grupo de masajistas que brindan un servicio complementario a la terapia de flotación.
- ¿Cuáles son tus próximos objetivos?
- Mi objetivo más próximo es sumar otra cámara de flotación. El siguiente es hacer una franquicia o poner cámaras en otros espacios como centros terapéuticos y gimnasios. Y mi gran sueño es poder desembarcar en Buenos Aires.
- ¿Qué le recomendás a alguien que quiere emprender?
- La positividad es fundamental. Recomiendo ser positivo, tener un método de organización y poder visibilizar proyectos a futuro.
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